No hay que olvidar que, según el tipo de trabajo que realicemos, habrá que adoptar cierto rigor científico; en otras palabras, darle credibilidad o autenticidad, para dar validez a nuestras argumentaciones. Ya se trate de una obra histórica o de ficción, es muy importante definir el sitio de las acciones.
Si ponemos en claro el lugar de las acciones, habremos dado un importante paso en nuestro trabajo. Si se trata de un asunto histórico; una biografía, por ejemplo, es de vital cariz señalar que los lugares que se citen, necesariamente, tienen que ser aquellos donde ocurrió el acontecimiento histórico sobre el cual estamos haciendo la crónica o reseña, para no caer en argucias.
De ahí la importancia de nuestras fuentes de investigación, bien se trate de documentales, libros, revistas o periódicos, inclusive correspondencia cruzada entre el protagonista de nuestro trabajo y algunos personajes que también pudieran ser importantes para dar mayor autenticidad a la obra.
En caso de un trabajo histórico contemporáneo, las entrevistas o investigación social, así como la llamada investigación de campo, o sea, acudir al lugar de los hechos para hacer observaciones directas sobre determinados sucesos que nos interesan, son técnicas que nos permitirán enriquecer nuestro trabajo de gabinete: la investigación documental y la redacción. Por ejemplo puede usted ir a la opera para verificar la presencia de los agujeros de las balas que Pancho Villa disparo cuando visito ese lugar en 1915.
Uno puede escoger, en la literatura de creación, el sitio para desarrollar su trama, con toda libertad. Cualquier rincón del mundo nos dará el escenario propicio, si sabemos reconocer el hábitat para los personajes, ya que hasta el clima puede afectar en gran forma su conducta y sus reacciones, ya que constituye el ambiente natural y cultural en que se desenvuelven.
No puede reaccionar de igual manera un hombre que vive en la ciudad, con todos los lujos y comodidades que le otorga habitar en un condominio de zona residencial, que estar en medio de la selva donde simplemente se desconoce lo que es la luz eléctrica y la preocupación máxima es la llegada de una beneficiosa temporada de lluvias, no muy abundante por cierto, para que no afecte perniciosamente las cosechas, o la dotación de petróleo para los quinqués que iluminan las tinieblas de sus noches.
Entre las muchas posibilidades que ofrecen estas claves, el lugar a simple vista podría parecer ser lo de menos. Lo importante es que el escritor sepa aprovechar su inventiva escogiendo uno adecuado para su historia, pero siempre intentando describirlo lo mas realmente posible para convencer al lector de su autenticidad.