Antes que nada, este debate fue abierto por una persona muy cercana la cual me ha dado permiso a publicarlo aquí. Aunque ahora me haya gritado desde la otra habitación diciéndome que me demandaría xD






Muchas veces me ha interesado, quizás más que la propia literatura, el concepto que tienen de sí mismos y de su obra los escritores.

Para mí, el conocimiento que plasman en sus trabajos finalmente habla de quiénes son, y qué es lo que piensan. Es por eso que para mi no es un dato anecdótico lo que opinan políticamente tal o cual autor (con política no me refiero necesariamente a si es de izquierda o derecha, sino la noción del mundo, sus estereotipos y su relación con el poder y los poderosos de todas las sociedades). Finalmente, es algo que necesariamente será el alma de lo que escribe y me permitirá entender mejor el mensaje del texto. Esto me permitirá sentirme o no identificado con la historia del libro o divergir sin que esto último sea sinónimo de que me guste o no su obra. Muy por el contrario, estoy hablando de cómo soy capaz de descifrar lo que el autor quiere transmitir y por ende estoy entendiendo lo que leo, más allá de si encuentro bonita la historia.

El peruano Vargas Llosa por ejemplo, tiene un concepto bastante conservador de las sociedades y es así como funda sus planteamientos literarios. Según Wikipedia, y es algo con lo que concuerdo plenamente, muchas de sus obras "están influidas por la percepción que tiene el escritor de la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano oriundo". García Márquez, por el contrario se identifica más con tendencias de izquierda y en sus obras plasma un estilo crítico que además se ve reforzado por su mundo periodístico. Ambos, excelentes autores a mi juicio.

¿Qué sería de Miguel de Cervantes si no hubiese participado en la guerra de Lepanto, perdiendo un brazo y que fue lo que finalmente lo llevó a tratar de vivir de la literatura?, ¿Acaso no es el propio Quijote un espejo del mismo Cervantes? ¿Qué hubiese pasado si la historia del Hidalgo caballero no hubiese retratado los cambios sociales producidos en Europa en el que el ideal de la Edad Media eran historias añejas de las que se nutre el caballero de la triste figura?

Pero he aquí mis preguntas: ¿Qué es lo que los hace destacables? ¿Qué los convierte en buenos autores? ¿Qué es lo importante, si lo que dicen los críticos (muchos de ellos escritores frustrados) o lo que dice la popularidad? ¿Ser súperventas es un pecado mortal para los escritores? ¿Quienes se convierten en Best Sellers, están condenados a ser calificados como escritores malos o mediocres? ¿Somos los aficionados a la lectura (como son los aficionados al deporte, o a la música o a cualquier actividad humana) los llamados a calificar como bueno o malo a un escritor? O simplemente debemos decir: "él me gusta" o "no, lo detesto", como un comentario más bien personal.

Trabajando más sobre el concepto sobre lo que es arte o no y qué tipo de arte puede ser considerado bueno o malo, conocí a Ernst Gombrich que plantea en su libro The Story of Art un concepto que me agrada mucho: "El arte, en realidad no existe. Únicamente hay artistas". Profundizando un poco el autor plantea que: "no tiene nada de malo que nos deleitemos en el cuadro de un paisaje porque nos recuerda nuestra casa o en un retrato porque nos recuerda un amigo, ya que como hombres que somos, cuando miramos una obra de arte estamos sometidos a un conjunto de recuerdos que para bien o para mal influyen sobre nuestros gustos."

En este texto, subyace el concepto en el que el arte finalmente requiere de comunicación. Es decir, entablar un lazo profundo entre quien desarrolla una idea (pintura, textos, música, etc) y quien la recibe. Posteriormente podríamos entrar en el debate sobre qué significa entablar un lazo. Personalmente me inclino por pensar que toda comunicación implica un cambio tanto en quién emite un concepto como para quién lo recibe. Por lo mismo, creo que el arte se diferenciará de otras creaciones humanas en cuanto modifique las formas de ver el mundo.

El arte no ha sido siempre el mismo y lo que era estéticamente bonito para los griegos no lo es en la Edad Media. Incluso, la literatura genéricamente, en un primer intento de pensar el arte, no era considerada como tal sino como una extensión de la poesía. Y según vaya avanzando la tecnología y las sociedades irán variando los conceptos. Así sólo el siglo pasado se le considera al cine el séptimo arte (antes no existía). Y hoy se da el debate si la fotografía es un arte o es una extensión de la pintura. También están en boga los que desean incluir la televisión, la moda, la publicidad y los videojuegos.

Con todo este contexto creo que el aspecto más técnico queda de lado. Quién escribe prolijamente como miembro de la Real Academia Española no tiene ni por lejos asegurado el título de gran escritor. Pero el mismo García Márquez afirma lo importante de este punto en una entrevista, que a partir por el supuesto" si a él le hiciesen un examen de gramática, le reprobarían "en toda línea".

«Además, mi ortografía me la corrigen los correctores de pruebas. Si fuera un hombre de mala fe diría que ésta es una demostración más de que la gramática no sirve para nada. Sin embargo la justicia es otra: si cometo pocos errores gramaticales es porque he aprendido a escribir leyendo al derecho y al revés a los autores que inventaron la literatura española y a los que siguen inventándola porque aprendieron con aquellos. No hay otra manera de aprender a escribir».

Quizás encontrar a los buenos escritores no sea una tarea de especialistas ni de críticos y tampoco los indicios estén en cuánto venden o no, quizás lo importante sea leer un libro disfrutando sus defectos y sus virtudes, dejando que la literatura sea algo que nos cambie la vida.